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Sala de Interrogatorios sótanos de la comisaría general de Málaga
Hora: 01:10

Bajar le café al Capitán no formaba parte de su cometidos pero como siempre se dice la veteranía es un grado y a la novata siempre le toca pringar, bueno por lo menos podría echar un vistazo al detenido.
La sala de interrogatorio se encontraba bien iluminada y el Capitán Fernández estaba cerca del detenido con un un colgante en la mano “PARECIA UNA PLACA DE IDENTIFICACION”
El detenido no tendría más de Veintiuno años estaba sentado en una de las sillas tras la mesa con una expresión mas parecida a la de alguien que está esperando el metro que alguien que acaba de ser detenido por cargos muy grabes, los que parecía una camiseta interior de mangas cortas está hecha jirones en el rostro, tenia múltiples contusiones fruto de la detención seguramente, pero la piel que quedaba al descubierto mostraba algunas cicatrices ya curadas.
Cómo va la cosa…? Señor.
Mal este cabron no suelta prenda ni nombre ni nada, y no hay coindencia de huellas ni nada solo esta plaquita que lleva al cuello.
Jiménez te puedes hacerte cargo del un rato tengo que hablar con el comisario, tardare un rato.
! SSIIIIII ¡Mi oportunidad de hacer algo productivo y darla taya ante el capitán, si, señor puede confiar en mí.
El capitán salió de la sala, dejándonos solos, tome el lugar del capitán y me mantuve seria con la mirada fija en el detenido tenía que aparentar estar acostumbrada a estas situaciones, el me observa esboza una media sonrisa, bueno yo soy cinco y tu eres…?.
Me quedo de piedra, no sé qué hacer, llamo al capitán…? Le corto en seco…? Continuo con el interrogatorio…? Dios porque a mí, parece percibir mi duda y vuelve a sonreír esta vez de oreja a oreja.
-Agente especial Jiménez señor cinco, parece que está dispuesto a colaborar.
Sonríe se recoloca en la silla tomando una posición mas erguida, parece que se estira para acomodarse.
-Porque no a fin de cuantas no pienso quedarme a desayunar